
Visibilizar, reconocer y tender puentes
Desde el Departamento de Ingeniería en Sistemas de Información compartimos y celebramos con profunda emoción el mensaje de la Comunidad Indígena de Amaicha del Valle.
Acciones como esta nos recuerdan el valor de visibilizar historias que nacen del territorio y la importancia de tender puentes que permitan construir espacios de aprendizaje transformadores y con sentido.
Nos llena de orgullo que estas experiencias estén acompañadas por docentes como la Ing. Cristina Rojas, directora del Departamento y profesora de la cátedra Investigación Operativa, cuyo compromiso y calidez fueron especialmente reconocidos por la comunidad amaicheña.
Gracias, Comunidad Indígena de Amaicha del Valle, por las acciones compartidas.
Comunidad Indigena Amaicha del Valle
Amaicha del Valle, tierra de ancestros y futuro:
El día de hoy, la Comunidad Indígena de Amaicha del Valle expresa su profundo agradecimiento a la Ing. Cristina Rojas por su entrega, compromiso y por tender puentes firmes entre nuestra institución ancestral y el mundo tecnológico que nos interpela. En tiempos donde el conocimiento y la innovación marcan el rumbo de los pueblos, contar con su experiencia y calidez humana en este proceso de transformación es, sin dudas, un verdadero privilegio.
Desde este suelo sagrado, donde descansan nuestros mayores y florecen las esperanzas de las nuevas generaciones, sentimos orgullo de llevar en la sangre las raíces de Amaicha del Valle, y más aún, de poder devolver a nuestra comunidad lo que ella nos ha dado: identidad, fuerza y propósito.
En este mismo sentir, el Cacique de la Comunidad Indígena de Amaicha del Valle, Horacio Díaz, saluda con emoción y reconoce con respeto el camino recorrido por la Ing. Elena Nieva, hija de esta tierra, comunera, luchadora silenciosa, que con sacrificio y coraje supo abrirse paso en el mundo académico sin dejar atrás sus raíces. Hoy, convertida en mentora de nuevos profesionales, su ejemplo se eleva como bandera de lo posible para nuestros jóvenes.
Su historia no es solo personal: es colectiva, es política, es profundamente amaicheña. Porque cuando una hija del Valle alcanza sus sueños sin olvidar de dónde viene, toda la comunidad se fortalece, y el futuro se vuelve un acto de memoria y esperanza.